Escribir siempre ha sido algo que me ha llamado la atención, porque es la manera más accesible que tengo para representar tantas ideas que vuelan por mi mente.
Cualquier persona que trate de escribir algo en general va a notar lo distante que está de ser algo “leíble”. Fue lo que me pasó cuando traté de escribir mis historias. La diferencia entre escribir por escribir, y escribir con el talante de un escritor es el nivel de detalle de cada pieza. Hace poco vi una publicación en facebook la cual voy a poner aquí para que la disfruten:
“En el oscuro confín de un bosque silente, un majestuoso alce, testigo del cruel designio del destino, yacía inmóvil entre dos rocas implacables. Sus ojos, una vez llenos de vida y nobleza, reflejaban ahora la tristeza de un adiós prematuro, mientras el viento susurraba el lamento de su última agonía. Las sombras se cerraron alrededor, ocultando su majestuosidad, y la naturaleza, impávida, siguió su curso, indiferente al corazón que dejó de latir en aquel sombrío rincón del mundo.” - Raúl Tornés
Ahora quiero que piensen en cómo lo habrían hecho ustedes. Si le pedimos a una persona común describir la imagen simplemente dirá que es el esqueleto de un desafortunado animal colgando de dos piedras. Fue lo que yo creí que más o menos hubiera dicho sin esfuerzo.
Tampoco vamos a decir que los escritores les fluye así de fácil. Sin duda Tornés tuvo que esforzarse para encontrar las palabras adecuadas para este texto, pero lo logró.
Esto me llevó a querer desarrollar mis habilidades de descripción, mis habilidades de detallar las cosas y describirlas no solo por lo que veo sino también por lo que siento. Así que decidí hacer este escrito corto pero sustancioso mostrandoles los ejemplos que vaya realizando. Tbh, he estado practicando últimamente con una persona esto y no se imaginan cómo esta habilidad hace especial diferentes situaciones que no voy a mencionar porque esto es Family friendly jeje, pero los animo a practiquen esto en diferentes escenarios como yo.