Introducción

Tu corazón se acelera, los dedos de tus manos y de tus pies se ponen fríos, respiras más rápido, tu piel se eriza.

El miedo. Todos conocen esta palabra. Todos saben que han sentido miedo. Pero ¿en qué momento te has puesto a pensar qué es el miedo? ¿Qué sientes cuando sientes miedo? ¿Qué es la ansiedad y porqué a veces viene con el miedo?

Siempre, desde que existe la vida, hemos sentido miedo. Es un sentimiento arraigado a nuestra existencia, que es lo que, de hecho, nos trajo hasta aquí. El miedo es tan fundamental como la respiración misma. Ya que es lo que nos muestra, a través de cambios físicos, que algo no está bien. Es por eso que ver un león nos acelera el corazón, da miedo y ¿qué deberías hacer?, ahí es cuando lo piensas, ahí sabes que debes salir de esa situación. Gracias al miedo.

Sin embargo, hay personas que las consume el miedo. El miedo es para ayudarte a seguir vivo (simplificadamente). Pero algunas personas sufren de miedo crónico; del miedo que ya no te dice que debes tomar decisiones, sino que toma decisiones por ti, y ahí es cuando vemos que ningún extremo es bueno. No tener miedo te hará caer en situaciones que probablemente te maten, pero dejar que el miedo tome decisiones por ti, podría hacerte algo peor, que no vivas tu vida. Una cosa es perder la vida, y otra es morir en vida. Esa es la magia del miedo.

El miedo hay que tomarlo por los cuernos, hay que aprovechar ese sentimiento porque ese sentimiento es vida, pero hey, hasta cierto punto.

Tomemos como ejemplo un salto en paracaídas. Muchas de las personas que lean esto dirán “Ay no Dios mío, jamás, qué miedo” Claro que sí. Debe darte miedo porque está poniendo en riesgo tu vida. Si tú decides que no quieres saltar porque no te gusta, es una cosa, otra es saber que sería chévere pero no qué miedo. El miedo tomó la decisión de que no saltaras, no tú.

Historia del miedo

El miedo es algo presente en todas las especie animal, es lo que nos ha traído hasta aquí, porque quienes no tienen miedo, son devorados por el peligro.

Antes cazabamos mamuts? no estoy seguro, pero alguna vez fuimos cavernícolas y seguro sí cazamos animales muy grandes, por lo que el miedo era algo que debíamos saber controlar. A diario se arriesgaba la vida por sobrevivir, por comer. Quienes no tenían miedo, o su miedo los controlaba, se paralizaban y el miedo los devoraba. Ese miedo a los riesgos es lo que llamaremos cerebro primitivo, lo que nos trajo desde la era primigenea hasta aquí.

Solo los más valientes lograron sobrevivir. Entonces, de dónde viene nuestro miedo? porqué no nos sentimos tan valientes? La realidad es que el miedo nunca se fue, solo lo aprendimos a controlar. Poco a poco las amenazas más directas (como ser comido por un tigre) fueron desapareciendo (aunque aún hay personas que pueden ser comidas por tigres), por lo que fuimos perdiendo esa práctica, ese tiempo evolutivo que nos tomó ser “valientes” lo fuimos perdiendo, como quien deja de practicar un deporte y cuando lo intenta de nuevo se siente “oxidado”.

Hoy en día, sentimos algunos miedos, unos más que otros, pero ¿de dónde vienen nuestros miedos? claramente ya no tenemos los mismos peligros de antes. Los miedos son algo que aprendemos, desde muy temprana edad empezamos a aprender sobre a qué le tenemos que tener miedo y a qué no, incluso muchas veces no es por experiencias propias sino porque vemos la reacción de alguien hacia cierta cosa. Por ejemplo, vemos como nuestra madre salta cuando ve una cucaracha, por lo que seguramente no sea nada bueno, lo que me permite saber que a la próxima tendré miedo de ella. Así funcionan muchos de nuestros miedos.

Pongámonos en situación. Estás en la mitad de una avenida… Mejor, ya que podemos imaginar lo que queramos: Imagina que estás en medio de la jungla, a lo lejos ves un puma, negro, uff, le brilla el pelaje, camina despacio como en una escena de película, hacen contacto visual…, se te eriza la piel. Algo no está bien. Ese puma también siente algo, huele, huele algo como rico, alguien, en este caso...

Clase de biología

Hablemos un poco de anatomía antes de seguir con nuestra escena.

En nuestro cuerpo tenemos el sistema límbico, que, entre otras cosas, se encarga de nuestras emociones. De hecho, el miedo es el sentimiento más poderoso que tenemos.

Entonces, dentro de este sistema, tenemos la [amígdala](https://www.neurologia.com/articulo/2001125#:~:text=La amígdala es una estructura,sistema modulador de la memoria.) (que es nuestro cerebro primitivo, lo que hablamos en el apartado anterior) y el hipocampo. La primera se encarga de la respuesta emocional, y el segundo de la parte racional. Es decir, la amígada te dice: “Salta al abismo que nos está persiguiendo un oso” y el hipocampo diría: “Qué le acabas de decir Amígdala, el abismo nos va a matar también, hay que buscar otra salida”.